limpieza facial

¿Cómo limpiar la piel correctamente en verano? Sin limpieza no hay belleza

La limpieza facial es, sin duda alguna, el pilar fundamental de nuestra rutina de belleza. Eliminar las impurezas que se acumulan en la piel es un gesto imprescindible para garantizar que el cutis esté sano, luminoso, libre de partículas de suciedad y absorba, con la mayor eficacia, todos los tratamientos. En verano, llevar a cabo una correcta rutina de limpieza facial es, aún, más importante.

¿Por qué es importante limpiarse la piel en verano?

Lejos de irse de vacaciones, el skincare encuentra en los meses más cálidos del año su mejor momento para cuidar la piel y para proporcionar al cutis la mejor rutina de higiene facial.

¿Por qué, durante el verano, es más importante que nunca apostar por una correcta rutina de limpieza facial? He aquí los cuatro factores que nos responden a esta ecuación.

Calor y humedad

Ante las altas temperaturas del verano y el incremento de la humedad, aumentan nuestros niveles de sudoración y de sebo. De esta forma, los agentes contaminantes y las impurezas presentes en el aire se adhieren, con mayor facilidad, a la superficie de nuestra piel. En consecuencia, el cutis tiende a sufrir estrés oxidativo, lo que provoca que la piel envejezca de forma más acelerada.

La resistente huella de los protectores solares

En verano, los fotoprotectores deben acompañarnos durante todo el día. Sin embargo, antes de dormir, debemos retirarlos de forma correcta para evitar que obstruyan los poros de la piel y puedan provocar irritación y acné.

Para crear un escudo entre nuestra piel y la radiación solar, los protectores presentan una gran adherencia, incluso resistente al agua, una propiedad que complica su eliminación durante la limpieza facial. Como ofrecen una gran carga de fase grasa, podemos optar por cosméticos de higiene en aceite para borrar su huella de nuestra tez y del resto del cuerpo.

Los baños refrescantes: el salitre del mar y el cloro de las piscinas

La playa es uno de los grandes escenarios de las vacaciones y, con tanto calor, es imposible resistirse a sumergirse en el mar. Sin embargo, la sal marina ejerce un efecto secante en nuestra piel, absorbiendo el agua que se almacena en nuestra epidermis cuando nos bañamos.

Si cambiamos la playa por la piscina, no nos libramos de los daños en la salud cutánea. Y es que, para garantizar que estas instalaciones acuáticas estén libres de gérmenes, es imprescindible el uso de tratamientos químicos, basados sobre todo en el cloro. Este deteriora el manto protector de la piel, condenando a la epidermis a un aspecto deshidratado, sin brillo ni elasticidad. Las pieles sometidas de forma constante al cloro pueden experimentar, incluso, irritaciones.

La pereza y la excusa no-makeup

En verano, las rutinas de cuidado tienden a relajarse y con la expresión “estamos de vacaciones” justificamos la interrupción de nuestros hábitos de cuidado. Nuestra agenda se llena de eventos y de noches de ocio y la pereza nos tienta para que nos vayamos a dormir sin desmaquillarnos. Sin embargo, es importante no olvidar que la inversión de estos minutos será clave para prevenir la aparición de imperfecciones y lograr que nuestra piel se despierte mejor.

El hecho de que no nos hayamos maquillado tampoco nos libera de la necesidad de realizar una buena rutina de limpieza facial. Las impurezas y las partículas se han ido acumulando durante el día y es imprescindible eliminarlas para evitar que los poros se obstruyan y el cutis pierda luminosidad y vitalidad.

Las claves de la limpieza facial

En definitiva, no limpiar correctamente nuestra piel en verano tiene las siguientes consecuencias:

Aparecen imperfecciones y granitos, por la acumulación de partículas de suciedad.

La piel presenta un tono apagado, cansado y sin luminosidad.

El cutis sufre estrés oxidativo y un déficit de oxígeno, dos condiciones que aceleran el proceso de envejecimiento cutáneo.

El rostro presenta una mayor vulnerabilidad a la deshidratación y a la aparición de rojeces y sensibilizaciones.

Sin embargo, con una rutina de limpieza, de mañana y noche, lograremos:

Reducir el exceso de sebo y de sudor en la piel, limitando la aparición de impurezas.

Eliminar partículas contaminantes y células cutáneas que se descaman de forma fisiológica a diario.

Aportar oxígeno a nuestra piel para que luzca saludable y llena de luminosidad.

Reforzar la barrera cutánea de la piel, para evitar la pérdida de agua y la proteja de las agresiones externas.

Pasos para una correcta limpieza facial diaria

Te presentamos tres aliados de Montibello que te ayudarán a lograr la mejor rutina de limpieza facial en época estival.

Liberar el cutis de los restos de maquillaje y de los fotoprotectores con FACIAL ESSENTIALS MICELLAR CLEANSING OIL.

Con aceite de abisinia y rosa mosqueta, este delicado aceite limpiador se convierte en una emulsión muy agradable, en entrar en contacto con el agua. Es un producto específico para eliminar, de manera suave y eficaz, los restos de maquillaje y suciedad, sin dejar sensación grasa. Además, aporta hidratación y nutrición a la tez.

 

Limpiar con FACIAL ESSENTIALS SEAWATER CLEANSING GEL.

Este jabón para manos y rostro, en textura gel, está formulado con agua de mar, una mezcla equilibrada de tensioactivos cosméticos y un emoliente relipidizante. Se alza como un indispensable aliado en una buena rutina de limpieza facial, ya que consigue hidratar, purificar, reparar y restaurar la barrera cutánea de la piel. Además, equilibra y remineraliza el cutis, evitando la sensación de sequedad.

 

Tonificar con FACIAL ESSENTIALS SEAWATER AHA TONER.

Ideal para todo tipo de pieles, esta loción tónica, con agua de mar y Hibiscus Acid, equilibra el rostro y lo deja uniforme, libre de impurezas y luminoso. Este cosmético de higiene facial también logra estimular el proceso de regeneración.

 

 

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