Por qué es importante exfoliar la piel y cómo hacerlo correctamente
Exfoliar la piel de manera regular durante todo el año es un gesto importante. Sin embargo, con la llegada del buen tiempo este gesto se convierte en imprescindible. El sol, el calor y la mayor exposición a los elementos pueden afectar la salud y apariencia de nuestra piel.
La exfoliación no solo mejora la textura y apariencia de la piel, sino que también la prepara para los meses más cálidos de una manera que maximiza su salud y luminosidad.
¿Qué es la exfoliación y por qué es importante?
La exfoliación es el proceso de eliminar las células muertas de la superficie de la piel. A medida que las células cutáneas se regeneran, las viejas quedan en la superficie, lo que puede provocar una apariencia opaca y sin vida. Además, estas células muertas pueden obstruir los poros, causando brotes y otras imperfecciones.
Exfoliar la piel ayuda a:
- Mejorar la textura y tono: al eliminar las células muertas, la piel se ve y se siente más suave y uniforme.
- Estimular la renovación celular: la exfoliación promueve la producción de nuevas células, manteniendo la piel fresca y juvenil.
- Regular el sebo: la eliminación de células muertas y la limpieza de los poros reducen la posibilidad de acné y puntos negros.
- Mejorar la absorción de productos: una piel libre de impurezas permite que los productos hidratantes y nutritivos penetren mejor, mejorando su efectividad.
- Potenciar el bronceado: una piel bien exfoliada adquiere un bronceado más uniforme y duradero.
Tipos de exfoliación:
- Física. Consiste en el uso de productos con partículas abrasivas que, al frotarse contra la piel, eliminan las células muertas. Es crucial ser suave, especialmente en el rostro, para evitar irritaciones.
- Química. Utiliza ácidos como el ácido glicólico, láctico o salicílico para disolver las células muertas sin necesidad de frotar. Estos productos suelen ser más suaves y efectivos a largo plazo.
Cómo exfoliar la piel del rostro
La piel del rostro es más delicada que la del cuerpo, por lo que requiere un cuidado especial. Aquí tienes algunos trucos para una exfoliación facial efectiva:
- Limpieza previa. Antes de exfoliar, limpia tu rostro con un limpiador suave para eliminar cualquier rastro de maquillaje y suciedad. Te recomendamos Hydrating Milk-Mousse Cleanser.
- Exfoliación. Elige un exfoliante apto para todo tipo de piel, como Melting Scrub. Aplícalo con movimientos circulares y suaves por cara, cuello y escote. Evita el área del contorno de ojos y labios.
- Enjuague e hidratación. Enjuaga con agua tibia y aplica una crema hidratante para restaurar la humedad y proteger la barrera cutánea. Te proponemos Deep Water Moisturising Cream de la gama HyaluFeel.
Cómo exfoliar la piel del cuerpo
La piel del cuerpo puede tolerar una exfoliación menos delicada que la del rostro. Con estos consejos podrás devolver la vitalidad y salud a tu piel:
- Ducha previa: toma una ducha caliente para abrir los poros.
- Exfoliación: utiliza un exfoliante como Exfoliant Shower Gel. Aplícalo con movimientos circulares, prestando especial atención a áreas más rugosas como codos, rodillas y talones.
- Enjuague e hidratación: retira el producto y aplica una loción hidratante para mantener la piel suave y nutrida. Te recomendamos Exfoliant Shower Gel.
Frecuencia de la exfoliación
La frecuencia de la exfoliación depende del tipo de piel y del producto utilizado. Para la mayoría de las personas, exfoliarse una o dos veces por semana es suficiente. Las pieles sensibles pueden necesitar exfoliarse con menos frecuencia, mientras que las pieles más gruesas pueden tolerar una exfoliación más regular.